Asia (24-11-2007)

En Myanmar (ex Birmania), una de las más largas dictaduras del mundo está en crisis en medio de las protestas –pacíficas, pero determinadas– de los monjes budistas (medio millón de los 54 millones de habitantes del país). El reportaje que presentamos es fruto de un viaje efectuado del 24 de agosto al 9 de septiembre, cuando se dieron las primeras manifestaciones. Después la situación se ha precipitado. La junta militar del general Than Shwe ha respondido con la fuerza: disparando sobre los monjes y sobre la gente, rodeando con alambre de púas las pagodas, encarcelando a los disidentes. La revolución de hábito rojo, por ahora, está marcada por la sangre.

Por Paolo Moiola 

Mandalay, agosto de 2007. A 698 kilómetros al norte de Yangon, una extensión sobre una asoleada llanura, está Mandalay, la segunda ciudad de Myanmar. Vivaz y vital, es considerada el centro del budismo birmano. Se calcula que del medio millón de monjes, cerca del 60 por ciento vive en esta ciudad, nacida sobre la rivera del río Ayeyarwaddy (ahora Irrawaddy).
De lo alto de la histórica colina de Mandalay, admiramos el río corriendo lento entre las pagodas y los monasterios. Mucho más lejos están las colinas de Sagain y Mingun, también éstas recubiertas de templos y pagodas. Se ven los visitantes, muchos de los cuales son los propios monjes. Mientras admiramos los colores que el Sol brinda al panorama, iniciamos una conversación con un grupo de monjes. Con el hábito rojo cabeza rapada, se animan a hablar. Son estudiantes y uno habla inglés.
En Myanmar a los hombres de fe budista les es permitido ingresar en cualquier templo –sean jóvenes (novicios) o adultos (después de los 20 años)–. En el monasterio aprenden los principios fundamentales del budismo, adquieren meritos (que sirvan para un renacimiento más feliz) o simplemente permanecen para un periodo de estudio o meditación.
Preguntamos cómo se desarrollan sus vidas de monjes y estudiantes: ¿Cada mañana van a golpear a las puertas de las personas para pedir el alimento (casi siempre arroz) con sus vasijas de lata? ¿Es duro respetar la prohibición de no comer después del mediodía? ¿Qué estudian en el monasterio? Sin embargo, cuando quisimos abordar temas de actualidad, como las protestas de esos días, nuestra guía e intérprete se muestra impaciente, cosa inusual en ella. Dice que está oscuro y que es mejor despedirse y seguir. Le obedecemos prometiendo a los monjes un improbable contacto vía internet. 
Dejamos la colina de Mandalay, sorprendidos por el extraño comportamiento de la guía. Más tarde explica: “Había un militar, un burgués que escuchaba la conversación”. “En Myanmar es preferible evitar cualquier referencia a la política y a otros problemas del país”, añade.

Las pagodas y las fotos de los generales

En los últimos años el ejército birmano –conocido como Ttamadaw– tenía un comportamiento muy discreto, menos visible, pero manteniendo un estricto control sobre el país. Ahora la situación está de nuevo en ebullición. Inicialmente a causa de una motivación económica: el aumento vertiginoso del precio del petróleo sucedido en agosto.
Myanmar es muy rico y no está sobrepoblado como otros países vecinos. ¿Cómo se justifica el aumento de este hidrocarburo? Probablemente, una causa es la avidez y la corrupción de los generales en el poder. Un comportamiento que, entre otros, choca con la increíble gentileza y cordialidad de la población.
La junta de los generales birmanos está en el poder ininterrumpidamente desde 1962. A partir de 1997 se llamó: Consejo de Estado por la Paz y el Desarrollo. La junta –de un modo o de otro– logró tener unido a un país con decenas de etnias diversas, alejando a Myanmar de la guerra que ha ensangrentado a los países vecinos (Camboya, Vietnam). No obstante, reprime cualquier tipo de oposición política, en particular la de la Liga Nacional por la Democracia (LND) –reunida en torno a Aung San Suu Kyi, de 62 años, y Nobel de la Paz, que ha vivido 14 de los últimos 19 años entre la cárcel y bajo arresto domiciliario–, el único partido que resiste la intensa presión del régimen. En la primera página del The New Light of Myanmar (La nueva luz de Myanmar) las fotos que aparecen son siempre y únicamente las de los generales: un encuentro, una inauguración, un suceso económico de la junta militar. Pero las fotos de los generales se encuentran también en otros lugares más importantes que el diario gubernamental. Están en las pagodas, en los techos de vidrio, cerca de las estatuas del Buda (se ve el general Than Shwe haciendo una ofrenda, una genuflexión, en recogimiento o posando al lado de un monje). ¿Un signo de respeto por la religión budista? ¿O bien un modo de congraciarse con lo monjes y por consiguiente lograr que la población, que siente respeto y devoción hacia los religiosos, haga lo mismo con él? Ciertamente la segunda motivación prevalece sobre la primera.
Las relaciones entre la junta y la sangha, la comunidad budista, han estado siempre pendientes de un hilo, como lo testimonia la historia. A finales de los años ochenta, por ejemplo, se presentó una fuerte contraposición porque los monjes apoyaban las manifestaciones estudiantiles. En 1990, en Mandalay y después en el resto del país, los religiosos budistas realizaron un temible boicot: no aceptaban las ofrendas de las familias de los soldados y no oficiaban sus matrimonios y funerales. Una humillación inaceptable para los militares, que en efecto respondieron con violencia. Centenares de monasterios fueron ocupados y muchos religiosos encarcelados. 

La señora Blanca, un nombre de callar

En el hall del hotel, desde una poltrona a la otra, los huéspedes comentábamos en voz alta algunos de los artículos publicados en el The New Light of Myanmar, el periódico gubernamental que tiene también una edición en lengua inglesa. En un momento de la acalorada discusión, uno de nosotros cita a Aung San Suu Kyi. Al oír aquel nombre los dos empleados del hotel, que estaban allí al lado arreglando las plantas, se voltean y, por pocos segundos, miran a quien ha osado pronunciar aquel nombre en voz alta. Nosotros entendiendo la situación, nos disculpamos buscando rápidamente disimular el desacierto con unas carcajadas que, sin embargo, no logran evitar la incomodidad.
Somos más discretos cuando preguntamos sobre cómo llegar al lugar en el cual se presentan los Moustache Brothers, un grupo de artistas populares caídos en desgracia. Los taxistas oficiales evitan acercarse al lugar donde ellos se exhiben, pero eso se puede superar.

En casa de los Hermanos bigotones, artistas valientes

La calle está oscura, porque la iluminación pública es casi inexistente. Pero nuestro improvisado taxista sabe donde detenerse. La fachada de la casa parece un local comercial, pero hemos llegado al teatro de los Moustache Brothers (los hermanos bigotones). En verdad no es un teatro como tal, es un garaje acondicionado como teatro. No será un teatro, pero es un lugar que impresiona apenas se entra.  Una estructura de madera que se levanta unos centímetros sobre el pavimento hace de palco. Alrededor de la tarima hay una veintena de sillas de plástico –las poltronas disponibles para el público–. Las paredes a la derecha del palco están repletas de espléndidas marionetas de madera y de carteles con frases o singulares palabras –en inglés, francés, alemán, italiano–, que hacen referencia a los servicios secretos y al poder: Cia, Mossad, Guardia Civil, Most Wanted, etcétera. Otra pared está cubierta de manifiestos, artículos de periódico, fotografías. La foto más grande es la de Aung San Suu Kyi, que –como dice en la inscripción– en junio de 2002 visitó a los Moustache Brothers. Y en la foto del lado, Aung es inmortalizada junto a los tres artistas. Mientras observamos las fotos, se acerca para saludarnos un hombre delgado con el típico longyi (la vestimenta de tela que los birmanos, hombres y mujeres, usan para envolver el dorso y las piernas) y las acostumbradas sandalias. Irradia energía y entusiasmo. Se llama Lu Maw y es uno de los tres hermanos.
El 4 de enero de 1996, día de la independencia birmana, los Hermanos hicieron un espectáculo en el jardín de Aung San Suu Kyi, como recuerda ella misma en su libro (Letters from Burma, 1995). Criticaron la junta y a sus generales, que se molestaron. Dos de los hermanos –Par Par Lay e Lu Zaw– fueron arrestados y condenados a siete años de trabajos forzados. Salieron en el 2002, y les prohibieron hacer espectáculos en lugares públicos (Par Lay fue arrestado de nuevo el pasado 25 de septiembre, durante los dias más duros de la represión). Hoy los Moustache Brothers se exhiben en su propia casa en Mandalay en presencia de pequeños grupos de extranjeros. La exhibición inicia con Lu Maw que, arrodillado sobre el viejo tapete del palco, habla con voz potente (en inglés) usando un viejo micrófono. El espectáculo, típicamente birmano, es un conjunto de danza, teatro, música y sátira, llamado a-nyeint. Asistimos a la presentación unas veinte personas, todas extranjeros. No todo es comprensible a los occidentales, sin embargo, sus historias servirán para conocer la actividad de este grupo de artistas valientes.

Del teck al gas, las grandes riquezas del país

Hacia el altiplano del Shan. Desde Bagan para llegar a Kalaw, pueblo de veraneo en los tiempos de la dominación inglesa, se recorre una carretera sinuosa y llena de huecos. Nuestro autobús no encuentra autos, pero sí decenas de grandes camiones, cargados de enormes troncos. Son troncos de teck, un árbol cuya madera es muy apreciada por su dureza, impermeabilidad y belleza. La guía nos explica que toda la madera está siendo exportada hacia China, siempre codiciosa de materias primas. Si se continúa con la deforestación a este ritmo, el bosque fluvial del país terminará extinguiéndose en pocos años.
Pero no son sólo las selvas. El subsuelo del país es rico en gran cantidad de minerales.  En los últimos años se ha descubierto que los yacimientos de gas de la zona sur occidental de Myanmar, en el estado de Rakhin (Arakan), están entre los más sobresalientes del área. Ya abastecen a las vecinas India, China y Tailandia. Y están en proyecto oleoductos hacia el Yunnan chino y hacia India.
La junta militar ha podido mantener el poder desde 1962, porque ha sabido encontrar importantes socios comerciales, especialmente China, Tailandia e India. De este modo será bien difícil que la gente se vuelva en contra de los generales en el poder. Es cierto que la junta militar y el lobby de esa dictadura se han enriquecido enormemente a espaldas de la población birmana. Respecto de las otras acusaciones no se tiene certeza absoluta. En los años pasados el régimen estuvo acusado de forzar a mujeres, niños y ancianos en la construcción de calles, oleoductos y otras obras públicas. La junta sostiene que abolió el trabajo forzado en 1999, pero existen señales de alerta. Estaría involucrada también Total, la multinacional francesa de energía, que hace años está invirtiendo en la explotación del yacimiento de gas de Yadana. Otra acusación que pesa sobre los generales es su implicación con el narcotráfico. El Triángulo de Oro, territorio montañoso donde se cultiva el opio, pertenece en buena parte al estado birmano de Shan. La junta se jacta de haber resuelto el problema, arrestando en 1996 a Khun Sa, conocido como el rey del opio.
 
Los deseos del pueblo (según la junta)

Yangon, septiembre 2007. Aterrizamos en Yangón (Rangún), la ex capital del país, por la noche. En la calle que conduce del aeropuerto al hotel pasamos la intersección que conduce a la University Avenue, donde en el número 54 vive –recluida y vigilada– Aung San Suu Kyi.
En el hotel se escuchan voces de nuevas protestas para el 5 y el 6 de septiembre en Pakokku, pueblo no distante de Bagan. Ojeamos el periódico de la junta para ver si abordan el tema. The New Light of Myanmar no menciona nada. Señala que las estaciones de televisión extranjeras han exagerado las noticias sobre las protestas y que en las manifestaciones han participado sólamente una o dos personas y unos 50 monjes. Dice que los monjes fueron incitados por los líderes locales de la NLD (Liga Nacional por la Democracia). Afirma que la gente ha comprendido la posición del Gobierno y ha apreciado su magnanimidad en los enfrentamientos con los religiosos.
Yangón parece tranquila. La gente colma la gran pagoda de Shwedagon, los mercados y las aceras del centro. Y, no obstante todo, no se olvida de mostrar su propia alegría.
Es ya el tiempo de marcharse. Mientras regresamos al aeropuerto nos encontramos con un gigantesco cartel rojo que, en ingles, publicita el querer del pueblo. Según la junta militar, los cuatro deseos de la gente birmana son: “oponerse a cuantos escuchan a elementos extranjeros, fantoches que instigan al pueblo defendiendo opiniones derrotistas; oponerse a todos los que intentan comprometer la estabilidad del Estado y el progreso de la nación; oponerse a la naciones extranjeras que interfieren en los asuntos internos del Estado. Eliminar cada elemento nocivo, interno y externo, en cuanto es nuestro común enemigo”.
No, el pueblo de Myanmar no merece vivir bajo un régimen similar.

Paolo Moiola


MYANMAR: Cronología esencial

w 1826/1852/1886 guerras anglo birmanas. En el curso de tres conflictos Gran Bretaña expande su dominación sobre Birmania.

w 1937: India y Birmania. Birmania se separa de la colonia inglesa de la India.

w 1940-1945: los japoneses y los aliados. Entre 1940 y 1942 el ejército japonés asume el control de Birmania. En agosto de 1943 los japoneses declaran la independencia (solamente formal) del país. En los meses sucesivos el ejército patriótico birmano de Aung San (padre de Aung San Suu Kyi) se forma al lado de los aliados en la reconquista de Birmania. La rendición de Japón se firma en Rangún el 28 de agosto de 1945.

w 1947: subida y asesinato de Aung San. En enero de 1947, durante la conferencia de Londres, Aung San intenta arrancar a los ingleses la independencia de Birmania. En las elecciones de abril su partido obtiene la mayoría de las sillas de la Asamblea Constituyente. Sin embargo, el 19 de julio, mientras se estaba esbozando la nueva constitución, Aung San es asesinado.

w 4 de enero de 1948: la independencia. Es el inicio oficial de la independencia de Birmania, convirtiéndose en la primera colonia ex británica en dejar el Commonwealth.

w 1948-1961: incertidumbre y desórdenes. Desde el punto de vista económico, los primeros años de la independencia  fueron desastrosos. También desde el punto de vista político la situación es incierta, a causa de los períodos de sublevación de varios grupos étnicos (shan, charen, etc.) que componen el país. A esto se suman los problemas legales por la presencia, en el territorio birmano, de generales y militares de las tropas nacionalistas chinas (pertenecientes al ejército de Chan Kai-shek).

w 1962-1981: dictadura del general Ne Win. Al inicio de 1962, con un golpe de estado, llega al poder el genAral Ne Win (mote que significa brillante como el sol). En abril del mismo año Ne Win y su consejo revolucionario redactan un manifiesto titulado La Vía Birmana al Socialismo, con el cual el Estado  extiende el control sobre todas las actividades económicas, incluso las más pequeñas. Nace la República socialista de la Unión de Burma, en la que es electo como presidente Win. Al final de 1981 éste se retira delS cargo de presidente. Pero en realidad el general continúa decidiendo la suerte del país.

w 1988, septiembre: nacimiento del Slorc. Después de un nuevo golpe de estado se forma un Consejo de Estado por la restauración de la ley y el orden (Slorc), que declara la ley marcial.

w 1988, noviembre: la apertura. Después de 26 años de un autoaislamiento internacional, el gobierno aprueba una ley para incentivar las inversiones extranjeras en Birmania.

w 1989, junio: de Birmania a Myanmar. La denominación oficial de Birmania cambia a Myanmar. La capital Rangún cambia a Yangón. Desde el punto de vista lingüístico los cambios son razonables en cuanto corresponden a nombres en lengua birmana.

w 1990, mayo: la victoria electoral usurpada. La coalición antigubernamental guiada por Suu Kyi, hija del héroe nacional Aung San, aplasta en las elecciones, conquistando 392 de las 485 sillas de la Asamblea Constituyente. La junta militar no acepta la derrota e impide al parlamento reunirse.

w 1992: la condena de la Onu. En febrero la comisión para los derechos humanos de la Onu condena las represiones del gobierno de Rangún; en abril el general Than Shwe sustituye a su colega Saw Hamhung como jefe del Slorc; en septiembre la junta militar revoca el toque de queda, que llevaba cuatro años.

w 1996 enero: el rey del opio se rinde. Khun Sa, jefe del ejército de Shan, pero sobretodo rey del opio se rinde al ejército birmano.

w 1997, noviembre: la junta cambia de nombre. El Slorc cambia su nombre por el de Consejo de Estado por la Paz y el Desarrollo. En el mismo año la Asean (Asociación de Naciones del Sureste Asiático) acepta incluir a Myanmar entre sus miembros.  

w 1999, 27 marzo. En Gran Bretaña muere de cáncer Michael Aris, marido de Aung San Suu Kyi y padre de sus dos hijos. Él tenía negado el permiso para entrar en Myanmar, mientras ella no había querido  dejar el país por el temor de no poder regresar.

w 2005, noviembre: trasferida la capital. La junta decide transferir la capital de Yangón a Naypyidaw (Nay Pyi Daw) 350 kilómetros al norte.

w 2007, agosto-septiembre: sublevación de los monjes. Los monjes guían una nueva manifestación. La junta militar en el poder se encuentra en dificultad. Las protestas son toleradas hasta el 25 de septiembre, después se declaró el toque de queda y los militares comenzaron a dispersar  a los manifestantes con bastones y lacrimógenos. Se arrestaron a numerosos monjes y gente común.

w 2007, 26,27 y 28 de septiembre: la represión. Los soldados del ejército reprimen las manifestaciones mediante la fuerza. Se habla de muchos muertos, aunque la cifra exacta no se conoce.

w 2007, 27 de septiembre: división en el consejo de seguridad de la Onu. El consejo de seguridad de las Naciones Unidas se reúne para decidir sanciones contra la junta birmana. Rusia y China se oponen, sosteniendo que las protestas son una cuestión interna del país.

w 2007, 29 de septiembre a 2 de octubre: la Onu se mueve. Llega a Yangón el delegado de las Naciones Unidas, Ibrahim Bambari. Se encuentra con Aung San Suu Kyi y después con el general Than Show, hombre fuerte del régimen.

w 2007, 5 de octubre: la Total. La Total, multinacional francesa de petróleo, dice que no se retirara de Myanmar, donde está explotando el gran yacimiento de gas de Yadana.


Invia a un amico